domingo, 28 de marzo de 2010

La Beca

La Beca; simbología de una prenda estudiantil.

De: Ricardo Pinto-Bazurco Mendoza.

Tuna Universitaria de San Marcos (UNMSM)

Historiador y Tuno UNMSM


Una de las prendas más representativas que en la actualidad posee la tuna es sin lugar a dudas la beca. Dicha prenda contiene una fuerte carga simbólica pues este distintivo, al ser portado, indica que el proceso de formación de un tuno ha concluido y que por ende le corresponden todos los derechos y prerrogativas que por cuestión de orden están predeterminadas bajo el criterio de el R.O.A. (riguroso orden de antigüedad) entendidas en la construcción moderna de la tuna. Además, representa según su color, la procedencia de la tuna ya sea de facultad o en su defecto el representativo del colectivo universitario.

Según la definición escrita más antigua la beca es:

“…es un género de veftidúra y ornamento que antiguamente ufaban los Clérigos constituidos en dignidad, el cual era una chía de feda o de paño que colgaba defde hafta cerca de los piés. Tambien en lo antíguo fué insignia de nobleza, y era en efta forma: Una rofca que fe encaxaba en la cabéza con un ruedo que falía de ella, y con que fe cubría, el cual colgaba hafta el pefcuezo, y por la otra parta una chía de media vara de ancho, que fe rodeaba al cuello, y fervía de cubrir roftro. Oy no efta, efte nombre en ufo, fino es en los Colegios y fus individuos, los quales trahen efta insígnia de diverfos colóres, para diftiguirfe los de un Colégio de los de otro, y es una faja, ó lifta de una quarta de ancho, y cuatro varas de largo, hecha de paño ó grana, y tal vez de feda, la qual fe cruza por delante del pecho, y fubiendo por los hombros defciende por las espaldas hafta cerca de los piés, y fe pone fobre el manto, y en el lado izquierdo fe forma la rofca que eftá alta fuelo como media vara, y fixa en la punta del dicho lado izquierdo de la boca…”[1]


Luego de esta descripción in tempore de lo que es la beca se desprenden características fundamentales sobre su forma, simbología, uso, etc. Que son importantes para lograr un mejor entendimiento del real impacto de esta simbólica prenda.
Para el mundo contemporáneo de la tuna es casi impensable que no se usen becas en su constante trasegar ya que en muchos lugares se le atribuye su uso desde el “inicio de los tiempos” en la universidad y por ende en la tuna, lo cual es un gravísimo error, lo cierto es que el uso de esta prenda no tiene ni más ni menos de unos 50 años dentro de la moderna construcción de tuna.
A la necesidad de crear Seminarios, Colegios mayores y menores así como de los Estudios Generales o Universidades para la formación de futuros funcionarios reales, surge también la necesidad de diferenciarlos puesto que los estudiantes conformaban un estado social más dentro del esquema socioeconómico regalista que era necesario controlar ya que su crecimiento era abrumador.


Seminarista español, 1910

Es dentro de este contexto en el que sólo los seminaristas y colegiales, y no los manteístas, utilizaban la prenda en cuestión. La cual podía variar de color según el reglamento interno del colegio que los regía.
A modo de ejemplo tenemos en Lima el colegio Mayor de San Martín (1582) que usaba beca roja con un bordado de la corona real al lado izquierdo, por su parte el Mayor de San Felipe y San Marcos (1592), que usaba beca de color azul claro sin rosca, con su respectivo bordado de la corona real[2]. También se puede citar que en el Convictorio de San Carlos los maestros usaban una banda azul, entiéndase beca, con las armas reales en conmemoración de haberse trasladado del colegio San Felipe y San Marcos hacia dicho convictorio.[3]



José Baquíjano y Carrillo. Lima, S. XVIII
Beca del Colegio Mayor de San Felipe y San Marcos


Acuarela de Pancho Fierro. Lima, S. XIX
Estudiante del seminario de Santo Toribio

Así como también hacían uso de la beca los estudiantes de los distintos seminarios.
Es en este punto donde se puede marcar la gran diferencia en la historicidad del uso de la beca. Mientras que en todas las constituciones colegiales y seminaristas se reglamenta su uso, paralelamente en las constituciones universitarias su existencia es nula. Sólo se reglamentan los colores de las facultades universitarias para el uso respectivo de la borla y muceta doctoral. Para el simbolismo de los colores en el Perú nos detendremos en la Semblanza de la Universidad de San Marcos (1648) de Diego de León Pinelo:


“…La Teología reclama color blanco, esto es, sincero, en el cual reluce la pureza de
la fe y de la castidad ... Los Cánones como florescientes reclaman el color verde,
como reverdecidos por la esperanza que guía los estudios ... Las Leyes reclaman
el color rojo, es este color de fuerza, según la sentencia de Diógenes en Laercio
y es propio de los militares como signo de combate ... La Filosofía reclama el color
cerúleo, como que viene del cielo. Este color es muy apropiado para los marinos y
también para los filósofos, que como los marinos escudriñan los movimientos del cielo ...
El amarillo o pálido es el color de la medicina: es color de amante, por eso Ovidio
dice: "palidezca todo amante" . Rectamente busca este color al médico, quien es
amador de la misma naturaleza, quien procura ver sobre todas las cosas, que la vida
sea más dulce que lo demás, siempre sana e incólume…”[4]


Antes del uso moderno de la beca actual en la tuna, se puede mencionar como principal antecedente inmediato el uso de un lazo que a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX fue muy importante para el transcurrir de las estudiantinas. Esta prenda básicamente se usaba para distinguir a los estudiantes e indicar su facultad de procedencia. Este lazo se portaba sobre el hombro o la manga del brazo con los colores representativos de cada facultad.
Esta designación de colores tiene su fundamento, en primera instancia, en los Decretos Reales dados por Isabel II de España en 1850 con la finalidad de darle institucionalidad al régimen universitario.


“Los colores con que se distinguirán las facultades serán: blanco el de la de Teología, grana el de la de jurisprudencia; amarillo de oro el de la de Medicina, violado el de la de Farmacia y azul celeste el de la de Filosofía”.[5]
Posteriormente le sucedieron una serie de enmiendas y decretos que
no hicieron más que darle las características propias de cada lugar.



estudiantino, 1907


Tuno Barcelona, 1900

Esta costumbre temprana de hacer uso de una prenda para la distinción entre los miembros de las estudiantinas que tuvo su gran apogeo hasta mediados de los años 20, llega a su fin con la segunda gran transformación que sufre la tuna en su historia.
En el contexto histórico, la tuna se ve afectada en su desarrollo por la guerra civil española de los años 30 pero logra hacerse un espacio en los años 40 coincidentemente con la dictadura franquista que no tuvo mejor oportunidad que servirse del prestigio y remembranza de las buenas épocas que despertaba la tuna o estudiantina en la sociedad española de la época.

A mediados de 1955, o tal ves antes, el proceso que conllevó al uso de la beca se materializó, dejando de lado el uso del lazo y agregando paulatinamente cambios es la indumentaria del traje de tuna que van desde la capa, el jubón y el desuso del bicornio.


Miembro de la Tuna Compostelana
1955


Rodaje de la película “La Tuna Pasa” 1955

En estas fotografías contemporáneas se puede apreciar el proceso de cambio del desuso del lazo por la beca.
En la actualidad el uso de la beca es un elemento inherente en el hecho de “correr la tuna” pero lo cierto es que su uso, en primera lugar, no fue universitaria sino colegial y es posteriormente que la universidad la toma como símbolo en los grados académicos.
De esa síntesis de tradiciones es probable que haya dado el salto hacia la tradición de la tuna cuando los estudiantes licenciados en las facultades españolas empezaban a formar parte de los distintos grupos y que habrían hecho uso de la beca que su facultad les otorgaba al momento de obtener el grado con la finalidad de distinguirse entre si, dejando de lado el antiguo lazo.
La beca como símbolo de la tuna ha tomado un lugar muy importante dentro de la tradición como lo fue el bicornio en su momento para las estudiantinas del siglo XIX, lo que no descarta que probablemente también sufra un proceso de cambio que nos lleve y por qué no ha retomar las viejas costumbres de nuestros predecesores del manteo y bicornio estudiantil.





La estudiantina.
Pedrero, 1898


[1] Diccionario de la lengua española, Academia autoridades (1726), 586,2/587,1
[2] Daniel Valcárcel, Historia de la educación colonial, tomo II (Lima: San Marcos, 1968), 45-51
[3] Ibid, 61
[4] Diego de León Pinelo. Semblanza de la Universidad de San Marcos. Título original: Hipomnema apologeticum pro regalí academia limense (1648). Traducida del latín por Luis Antonio Eguiguren. Lima, 1949. pp. 129-130.
[5] Isabel II de España, Decretos Reales (1850)

Tomado de: Tunauniversitaria.org


5 comentarios:

  1. Saludos desde España

    Solamente indicar que me ha gustado el texto elaborado.

    Lo dicho, saludos desde España Luis

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  2. Gracias por comentar amigo, un fuerte abrazo desde Colombia

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  3. Espero que mi ensayo les sea de gran utilidad. Si desean mayor informacion no duden en preguntarme.....saludos desde Lima.

    Ricardo Pinto-Bazurco Mendoza
    Tuna Universitaria de San Marcos (UNMSM)

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  4. lo olvide...mi correo....tunotrunks@yahoo.es

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  5. Gracias amigo, tu ensayo me ha sido de gran ayuda

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